Para tatuarse solo hay que quererlo, podemos tener un motivo personal, algo que recordar, un momento, una vivencia, un amigo, una mascota o simplemente embellecernos. Porque no olvidemos que un tatuaje bien hecho es como llevar una obra de arte en la piel.
Los tatuajes en los dedos son discretos, pero dicen mucho.
Por eso la duda que hay que tener no es por qué tatuarse sino el qué y donde.
El qué es algo que debe fluir, en mi opinión debe ser algo decidido entre uno mismo y quien nos va a tatuar. La inspiración os debe inundar a ambos para que salgan cosas tan bellas como esta:
O sencilla pero que transmita mucho como esta bonita frase
Si tenéis alguna idea en mente o necesitáis consejo sobre qué tatuaros y donde podéis dejar vuestro comentario y me pondré en contacto con vosotros.
Saludos